Este pabellón de campo es una obra muy sencilla, de planta rectangular, está equipada con un baño, una pequeña cocina y un espacio diáfano que hace las veces de salón-comedor-dormitorio.
Está diseñado para el disfrute de una parcela con vistas a la naturaleza, en temporadas cortas de tiempo.
La fachada, en acero corten, se dispone en pliegues hexagonales, según las secuencias del »árbol de la vida», en hebreo Dabar.